martes, 18 de octubre de 2011

ARIDAMERICA

Se le considera como Aridamérica a las áreas o regiones  ubicadas al  suroeste de Estados Unidos y norte de México áreas que se caracterizan por su aridez y vegetación raquítica, limitadas a matorrales, agaves y cactáceas, plantas resistentes a un medio carente de humedad, que fueron ocupadas por diferentes grupos nómadas desde etapas remotas las cuales  revelan distintos grados de desarrollo.
Los estudios que se han realizado en esta región nos han proporcionado datos que concluyen desde finales del Pleistoceno (30,000-10,000 aC) y principios del Holoceno (10,000-800 aC),
En las tierras norteñas persistía la organización social llamada “cultura del  desierto”, es decir, de quienes vivían en regiones semiáridas.  Los grupos de las culturas del Desierto utilizaron puntas pedunculadas y con escotaduras, y artefactos para moler. Tradición que persistió hasta la llegada de los europeos. Con el nombre de “Tradición del desierto”, se ubica a las culturas del Norte de México que se consideran corresponden a epocas prehispánicas que no tuvieron conocimiento de la agricultura, denominando como cultura del desierto a algunos complejos arqueológicos. Esta tradición persistió en algunas zonas áridas del Norte de México y sur de Estados Unidos hasta el momento de contacto con los europeos; esta cultura históricamente conocida es la que se llama América Árida o Aridamérica.

Definir un espacio especifico de Aridoamerica con respecto  a Oasismerica y Mesoamerica es difícil por los movimientos de los grupos sociales a lo largo de la historia, su temporalidad de desarrollo, aun en la actualidad existe una continuidad de desarrollo de pueblos aridoamericanos, además de la escazes de investigaciones, por tanto generalizar los limites territoriales resulta insuficiente, sin embargo tratar de especificar resulta practico para fines de estudio adoptar estas divisiones que han perdurado para la zona aridoamaricana desde la segunda mitad del siglo XX.
Y fue en el siglo XX cuando Paul Kirchhoff definió las tres areas o regiones de la zona, cuando hizo un estudio del pasado indígena norte y centroamericano.

Aridoamérica, la zona más árida ha sido definida como tal por Kirchhoff como una región compuesta en su mayoría por pobladores cazadores recolectores y nómadas.
La identificación de áreas con características culturales similares hizo que dividiera  la zona en ocho áreas ubicadas en suroeste de Estados Unidos y norte de México.
1.         Centro-Sur de California. Es un área de gran tamaño y de gran riqueza natural que estuvo habitada por distintos grupos que coexistieron gracias a la organización social, económica y religiosa que desarrollaron.
2.         Baja California. Fue una región poblada desde el norte de América por varios grupos entre los que destacan al sur de la península los pericúes, en una zona que podríamos llamar central los guaicuras y al norte una región amplia dominada por los cochimí y lindando al extremo norte con los rumiáis y cucapás entre otros. Estos pueblos se distinguieron por su actividad pesquera, la cacería del venado y la recolección de pitaya.
3.         La Gran Cuenca. Región que comprende en su gran mayoría el actual estado de Nevada y la mitad del estado de Utah en Estados Unidos y que se caracteriza por su aridez estaba habitada por pequeños grupos dispersos entre los que se encuentran utes y shoshones entre otros.
4.         Noroeste de Arizona. En esta región se identifican a pueblos influenciados por oasisamericanos que lograron cierto desarrollo “mixto” como los yavapáis.
5.         Apachería. Comprende una porción mínima del norte del actual territorio nacional entre los estados de Sonora y Chihuahua, además de una porción de los estados de Arizona, Nuevo México, Texas y Colorado en Estados Unidos. Denominada así por ser el territorio dominado por las diversas tribus Apaches y que se caracterizaron por ser cazadores de venado y antílopes y recolectores de yuca, mezquite, etc.
6.         Sur de Texas. Zona de pantanos dominada por los karankawas, pueblo conocido a mayor profundidad gracias a los relatos de Álvar Núñez Cabeza de Vaca.
7.         Costa de Sonora. Región dominada por los seris quienes eran expertos navegantes, pescadores y cazadores-recolectores.
8.         Norte de México. El norte de México comprende varias regiones áridas o semiáridas como la Península de Baja California, grandes extensiones de los estados de Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y norte de Tamaulipas; porciones de Durango, Zacatecas, San Luis Potosí, Aguascalientes, norte de Jalisco, Guanajuato y Querétaro. Área que se caracteriza por estar franqueada por dos grandes cadenas montañosas: al este la Sierra Madre Oriental y al oeste, la Sierra Madre Occidental., así como la porción sur de Texas. La zona es amplia y diversa por lo tanto compleja, con distintos grados de desarrollo cultural.
Estas regiones fueron ocupadas por diferentes grupos nómadas desde etapas remotas: generalmente se les ha considerado desde la época prehispánica como a los “chichimecas”, pero lo cierto es que proceden de distintos troncos étnicos y sus desarrollos ofrecen características y diferencias locales.
El conocimiento que se tiene sobre los grupos que constituyen la región del norte de México es muy  fragmentario e incompleto, limitándose a estudios de porciones reducidas.
Historia de Aridamérica
Los estudios que se han realizado en esta región nos han proporcionado datos que concluyen desde finales del Pleistoceno (30,000-10,000 aC) y principios del Holoceno (10,000-800 aC), los habitantes del norte de México fueron recolectores cazadores, distinguiéndose dos tradiciones: los cazadores de Fauna Mayor o Tradición Paleo-Oriental, y la cultura del Desierto o Tradición Paleo-Occidental.
Los grupos de las culturas del Desierto utilizaron puntas pedunculadas y con escotaduras, y artefactos para moler. Tradición que persistió hasta la llegada de los europeos. Con el nombre de “Tradición del desierto”, se ubica a las culturas del Norte de México que se consideran corresponden a e [ocas prehispánicas que no tuvieron conocimiento de la agricultura, denominando como cultura del desierto a algunos complejos arqueológicos. Esta tradición persistió en algunas zonas áridas del Norte de México y sur de Estados Unidos hasta el momento de contacto con los europeos; esta cultura históricamente conocida es la que se llama América Árida o Aridamérica.
Cultura material en Aridamérica.
En estos sitios pudieron rescatarse numerosos materiales, sobre todo del complejo más tardío, consistentes en restos óseos humanos, cuerpos amortajados y momificados, y piezas completas o fragmentos de las mismas tomando en cuenta la materia prima en que están elaborados, podemos considerar:
1.     Textiles: mantas de fibra de yuca, bandas, morrales de red, bolsas de red con armazón de madera que pudieron aprovecharse como cunas de mano para transportar a los niños, redes de malla, atados o faldellín pélvico, enredos o tocados para la cabeza, sandalias y costales.
2.     Madera: atlalt o propulsor, arcos, flechas con punta endurecida al fuego, puntas de proyectil de piedra, atizadores, palos para cavar, palos curvos con estrías, etc.
3.     Astas de venado
4.     Conchas y caracolas: en sartales, para pendientes; cortadas transversalmente para conformar pectorales, orejeras o bases para guardar púas de  agave.
5.     Calabazas y guajes: enteros con perforación para transportar y guardar agua, y otros partidos por la mitad que se aprovechaban como recipientes.
6.     Piedra: raspadores de mano y para enmangar, grandes cuchillos, diferentes tipos de puntas para proyectil.
7.     Otros: caches (bolsitas para lascas de obsidiana, de uso desconocido); púas de agave aprovechadas como agujas y para pincharse en el autosacrificio; petates, yahuales.


Los grupos seminómadas subsistían de lo que el medio ambiente les proporcionaba, es decir, eran recolectores cazadores, y cuando el medio les permitía, practicaban también la pesca. Sus implementos eran principalmente de fibras vegetales como agave, yuca, soyate, nopal y otras plantas de las regiones áridas, con las que elaboraban cestos, costales, bolsas, canastos, burdas, telas para cubrirse, bandas para sujetarse el pelo.
Sus herramientas de piedra comprendían morteros, muletas o piedras para molienda sin soportes y la mano (elementos pasivo y activo que constituyen el binomio de la molienda)
Se considera que estos grupos se integraban en pequeñas bandas que se movían constantemente y según las estaciones, en busca de alimentos y agua; aprovechaban diversos frutos del desierto como pitahayas, garambullos, diversas semillas, biznagas, la raíz de yuca, cogoyos de agave, mezcal, cogoyos de palma, raíces y tubérculos, algunas leguminosas, nopal, tunas, las flores del nopal, diferentes animales como mapache, borrego cimarrón, zorrillo, liebre, conejo, ratón, serpientes, aves, huevos de aves, venado; diferentes insectos, miel de abejas silvestres; en los litorales aprovechaban distintos animales marinos.En épocas difíciles, como prolongados periodos de sequias, recurrían a lo que se llama la vuelta o la segunda cosecha, consistente en rescatar las semillas de las excreciones fecales, las que eran tostadas y molidas para comerse. La “maroma” era también un recurso para engañar o entretener el hambre, consiste en sujetar con un hilo o fibra un trozo de carne (roedor, pájaro, insecto), tragarlo entero, retenerlo un momento y sacarlo para girarlo con otros miembros de la familia, hasta que se desintegraba. El control de la población mediante el infanticidio, era otra forma de prever los malos tiempos; los cuerpos de los niños que se decidía eliminar, eran “secados” al sol y aprovechados como alimento.
El peyote fue ampliamente aprovechado como alucinógeno y estimulante, relacionado con sus costumbres religiosas, magia, hechicería, medicina, danzas rituales que acompañaban de algunos instrumentos musicales como raspadores, tambores, sonajas de guajes, calabazos y cascabeles.
Usaban el cabello largo, suelto o trenzado y sujeto con una banda de fibras tejidas en vistosos colores que pasaba por la frente y se anudaba a un lado.
El matrimonio tal vez fue exógamo, patrilineal y matrilineal, generalmente monógamo
La guerra era frecuente entre los nómadas del norte de México y, cuando surgía, era entre grupos de diferente idioma; en la fiesta triunfal se mostraban, en un poste o vara alta, las cabelleras de los rivales muertos; tenían capitanes o jefes de tribu
La mayoría de los grupos de Aridamérica andaban completamente desnudos; acostumbraban pintarse la cara y el cuerpo con rayas de diferentes colores: roja, naranja, negro y blanco.

Época del contacto en Aridamérica

Cuando los europeos irrumpen en Mesoamérica y una vez que someten a los señoríos mexica y purépecha, presionaron fuertemente a los indígenas para que les informaran cuanto supieran sobre otros grupos o posibles señoríos a decir de Melgarejo, apremiados por Cortes los indígenas informaron de todo, menos de las tierras y pueblos norteños, por ignorarlo: así los españoles esperaron hasta 1540, en que Francisco Vázquez de Coronado, por instrucciones del virrey Mendoza, lleva una expedición formal al norte. Sin embargo el conocimiento e integración de esta enorme región siguió siendo problemático, pues los grupos que lo habitaban no constituían núcleos estables por lo que era imposible someterlos.
Desde épocas prehispánicas, los grupos mesoamericanos llamaban despectivamente “chichimecas” a los nómadas del norte, y a decir de Martínez el termino chichimeca se aplicaba a gente de estirpe otomí, para significar su estado de atraso cultural y si bravía naturaleza, pues no cabe duda que chichimeca era un genérico equivalente a bárbaro o salvaje.
Tiempo después tampoco los ingleses pudieron extenderse sobre las grandes llanuras, los norteamericanos, para ocuparlas, debieron esperar hasta 1890, y para cuando estallo la Revolución de 1910, el paisaje humano seguía siendo tan desolado como el geográfico.
Desde mediados del siglo XVI, numerosos españoles se aventuraron en las inhóspitas regiones de Aridamérica, fundando algunas guarniciones o presidios a los que llamaron compañías presídiales, organizadas de acuerdo con las necesidades que la situación requería, entre ellos tenemos a Francisco Vázquez de Coronado, Cristóbal de Onate, Baltazar Teneño de Bañuelos, Diego de Ibarra, Francisco de Urdinola, Luis de Carvajal, Juan de Onate, Ginés del Mercado, Juan de Tolosa, Antonio Espejo, Luis de Carvajal y de la Cueva, y Agustín de Hinojosa Villacencio.
Numerosos misioneros acompañaron a los aventureros que pretendían conquistar y someter o exterminar a los grupos chichimecas algunos de ellos pugnaron por la fundación de pueblos y misiones, buscando la evangelización de los nómadas.
Numerosas lenguas se hablaban entre los diferentes grupos del norte de México, englobadas en tres grandes grupos: coahuiltecas, nahuatoides, y yutoaztecas, principalmente.
Bibliografía:
Linda  Manzanilla, Lopez Lujan Leonardo, “Historia Antigua de México, El Mexico antiguo, sus areas culturales, los orígenes y el horizonte Preclasico” , ed. Miguel Angel Porrua.

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